HIGIENE DENTAL INFANTIL
La higiene bucal es un componente estratégico muy importante en la salud para prevenir las enfermedades más comunes en la boca. Por ello, enseñando a niños y niñas buenos hábitos de limpieza, les proporcionamos beneficios para toda la vida.
La salud bucal es parte de la salud general, por lo que influye en el bienestar físico, se relaciona con la autoestima, la comunicación y las relaciones sociales. Por esta razón, es importante cuidarla desde los primeros años de vida creando en los niños y niñas buenos hábitos.
El objetivo de la higiene bucal es remover la placa bacteriana que se está formando permanentemente sobre los dientes y encías, de modo de impedir que las bacterias dañinas produzcan ácidos que destruyen las capas externas de los dientes e inflamen las encías.
Para que la higiene bucal sea efectiva en eliminar la placa bacteriana, esta debe ser bien realizada, lo que para una guagua o un niño o niña pequeño es muy difícil, puesto que la capacidad de realizar los movimientos adecuados de sus manos la va adquiriendo con los años, por lo que somos los adultos quienes debemos realizarle su higiene.
Limpieza dental en el primer año
Cuando aún no aparecen los dientes, los padres o la persona encargada del cuidado del bebé, deben limpiar la boca del niño o niña al menos 2 veces al día especialmente antes de acostarlo(a), con las manos limpias y un pañal de tela o gasa húmeda enrollado en el dedo índice, debe limpiar las encías y las mucosas de la boca.
Con la erupción del primer diente comience a usar cepillo y pasta de dientes, el cepillo debe ser de cabeza pequeña y filamentos suaves, la pasta debe tener una concentración de entre 1000 y 1500 ppm de flúor (Mirar el envase) y la cantidad de pasta que se recomienda usar desde la salida del primer diente hasta aproximadamente los 2 años, es muy poca, sólo pintando la punta del cepillo.
Debe cepillar al menos 2 veces al día especialmente antes de acostar al niño o niña, luego del cepillado no se debe realizar enjuague de la boca. Recuerde que el uso del cepillo es personal y no se presta.
La forma de utilizar el cepillo es realizando movimientos circulares.
Antes del primer año, los niños y niñas recién están comenzando a alimentarse con papillas, por lo que los residuos son escasos. Sin embargo, lo que se pretende, es incorporar este hábito tempranamente en la vida del niño o niña, de modo que a futuro, le sea tan habitual realizarlo como peinarse o lavarse las manos.
Limpieza dental desde el segundo año
Debe cepillar los dientes del niño o niña al menos 2 veces al día especialmente antes de acostarlo(a), utilizando un cepillo de dientes de cabeza pequeña y filamentos suaves, y pasta de dientes con una concentración de entre 1000 y 1500 ppm de flúor (mirar el envase), la cantidad de pasta que se recomienda a ésta edad es muy poca, sólo pintando la punta del cepillo.
El cepillo debe cambiarse cuando las cerdas se ponen chasconas (aproximadamente cada 3 a 6 meses).
El cepillado debe ser realizado por un adulto. A medida que va creciendo se le puede pasar el cepillo al niño o niña para que por imitación se lo vaya llevando a la boca. Además la pasta debe ser dosificada por adulto y luego de realizado el cepillado el niño o niña debe escupir los restos de pasta que quedan en la boca pero no enjuagarse para permitir que el flúor de la pasta ayude a prevenir las caries.
La forma de realizar el cepillado es:
1.- Con los dientes juntos, cepillarlos todos en círculos como ruedas de bicicleta.
2.- Cepillar las muelitas, en las caras que se mastica, con movimientos de arrastre de atrás hacia adelante.
3.- También se debe cepillar la lengua
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